
Entrevista a Nacho Mur
Productor y guitarrista de La M.O.D.A., viene Nacho Mur a contarnos su experiencia en la industria musical.
Con “Luz” de Mario Milán arrancamos esta profunda conversación con su productor, Nacho Mur, al que le preguntamos qué es exactamente ser un productor. Aunque no lo tiene muy claro porque, admite, engloba muchas cosas (o ninguna de ellas), lo asemeja al cine, a todo aquello que hace un director. El productor es el que toma las decisiones de lo que va a ser la canción, teniendo en cuenta siempre que si hay presupuesto, habrá detrás muchas más personas trabajando. En cambio, cuando es una producción pequeña, el productor es el que se encarga de casi todo: la parte técnica y la parte artística. Pero los artistas le tienen ya tanto cariño a Nacho, que ellos mismos le eligen porque saben cuál es su estilo, y cómo reviste las canciones de la manera más pequeña e intensa posible. Mur confiesa que él no ve la versión final directamente de una canción cuando se la enseñan por primera vez, sino que le gusta ir indagando y profundizando en cada parte, pensando qué necesita.
Nos cuenta que en su trabajo es muy importante estar todo el rato estudiando, leyendo y escuchando a los que lo practican, porque no tiene un fin determinado. No se sabe a dónde te va a llevar una canción, es por esto que el productor prueba, prueba y prueba y, de hecho, admite que siempre necesita a un productor para que le diga que la canción está terminada.
Entre todos aquellos a los que ha producido, se queda con Valeria Castro, una mujer que le emociona, con la que ha cambiado y con la que se ha puesto, de verdad, en el papel de productor. admite que, aunque no le suela ocurrir porque los artistas con los que ha trabajado son increíbles, es difícil ser sincero cuando alguien trae una canción que no le llama la atención especialmente. Sabe la sensibilidad con la que hay que tratar a las personas, sobre todo en este trabajo tan personal e íntimo.
Gracias a una prueba exitosa, empezó como guitarrista profesional en Cómplices con tan solo 17 años. Nacho Mur ya había formado parte de diferentes bandas que le sirvieron de arranque en el mundillo. Fue entonces cuando empezó a cobrar un sueldo, a ser autónomo y a aprender a gestionar su vida artística. Habla también de esa época en la que iba con su grupo de versiones a Alcalá de Henares para hacer tributos cada semana a diferentes artistas y de la otra banda, con la que solo tocaban la música que podían, como Nirvana, Metallica o Santa Ana.
Nos cuenta qué le parece el cambio de la industria musical a lo largo de los años, explicando esa gran verdad de la parada de venta de discos que estamos experimentando, de la falta de grandes figuras que predominen y hagan la mejor música, pero sí que cree que hay muchos artistas hoy en día que van a revolucionar el mercado, y que aportarán cosas nuevas a la música. “Cada uno somos esclavos de nuestra época y pensamos que no va a venir nada igual, porque la música te marca”. Echa de menos ser el nacho de 15 años que alucinaba cada vez que salía un disco pero, como bien dice, no es la música la única que cambia, sino que nosotros también.
Hace un mes ya, aunque el artista lo describe como si de un año atrás se tratase, fue el último concierto de La M.O.D.A. en el Wizink Center de Madrid. Como cualquier otra persona, explica, necesita parar, tomar aire y valorar todo lo que han visto sus ojos durante este tiempo. 12 años sin descanso les ha servido para darse cuenta de que necesitan mirar con perspectiva, estar con amigos y familia, para después poder volver. Desea próximamente seguir estudiando y profundizar en el flamenco, una rama de la quiere empaparse, con todos sus palos incluidos, durante el año que viene.
Pero, desde luego, está impaciente por el estreno del disco de Luis Fercán en febrero, realizado por él mismo y por Alberto Torres, que “controla las cuerdas”.